No debe.

NO DEBE RESTAR ESPACIO A LA SOLEDAD. 

No hay derecho.

A algunas les da por parir y criar. A otras les da por escribir, plantar, leer, llorar, emprender, golosear, fumar, beber, conversar, reír, cuestionarse el parir o callar.

Niña Buena.

Al fin de cuentas soy sólo una niña buena con una gran imaginación. 

Nieve.

Al igual que Zambra, tampoco quiero conocer la nieve, por puro resentimiento. 

Piropos.

No me di mucho cuenta cuando pasé de ser vista como una "barbie morena" a una "mujer voluptuosa".

Novelas.

Hay personas que son novelas que merecen ser contadas. Otras no tanto. 

Me cargan los gringos.

Esos gringos que llenan cualquier espacio de chillidos, frases hechas y clichés, esos gringos que pasan por sobre todo, que se sienten dueños del mundo por ser gringos, que asumen que viven en el sueño americano y que no hacen otra cosa que estropear los caminos por los que transitan sin saber nada, absolutamente nada de lo que significa el respeto por los sueños de los demás. Me carga que se digan americanos, porque no lo son. Me carga que asuman que su lengua es universal y que obliguen a otros a escuchar sus chácharas sin sentido y a mirar sus cuerpos asquerosos, obesos y rosados.

Ojos.

Pasión.

Cuando dices que la pasión está sobreestimada, es que ya no eres capaz de sentir la pasión en ti. 

Impacto.

Nunca, casi nunca, logré generar en otros el impacto y la adherencia que quise lograr en un primer encuentro. Debí trabajar arduamente y mostrar lo mejor de mí para obtener el aprecio de los demás. Me cansé. Dejé de hacerlo.

Satisfacción.

La falta de satisfacción parece estar asociada a una capacidad atrofiada para entregarse a la experiencia: si poco das, poco recibes. Sin embargo, también los que se entregan por completo parecen estar insatisfechos… pero en realidad no lo están, están anhelantes de más. Eso no es insatisfacción, es ambición. 

Deseo.

Quiero tener el dedo más verde que mi madre. 

Cambio.

Cambio todo lo que puedo en el entorno, porque no cambio casi nada en lo interno.